martes, 15 de enero de 2013

Dolor placentero

He deseado que me hicieras el amor con una brutalidad tan absoluta que recordase tus dedos al día siguiente con cada movimiento.
He sentido tus manos alrededor de mi cuello y he jadeado con su sola visión.
He bajado a los infiernos y me he arrastrado a tus pies, cubierta del fango que tú has convertido en mi sustento.
He soñado, he luchado y he perdido las batallas más oscuras junto a tu masculinidad.
He naufragado y sobrevivido sin ti, y en cada uno de los rincones desde los que mi piel reclama tus manos te he buscado.
Te he deseado y odiado al mismo tiempo porque no sé hacer las cosas de otro modo, porque no me importa nada ni nadie, porque quiero sentir la presión de tus caderas en mi contorno.
Porque son tus dedos los que me producen el dolor más placentero jamás imaginable.
Porque quiero llorar y reír mientras la gente se pregunta por qué.
porque no quiero dejar de soñar que puedes existir, y prefiero imaginarte un instante, que vivir toda una eternidad sin haberte sentido...